Leonilda González (Uruguay 1923- 2017) es fundadora del Club de Grabado de Montevideo. Su obra es mayormente figurativa, a menudo costumbrista, desarrollando diversas temáticas en forma de serie, como la de las “Novias revolucionarias” que inicia en 1968 como un manifiesto de protesta irónica contra el matrimonio concebido como una pérdida de libertad, y se convertiría en la época de dictadura en símbolo de protesta. Las mujeres solas y la estética del grabado asociada a períodos determinados de la cultura y del país, aludían en el imaginario local, a madres y novias con hijos o maridos presos, exiliados o desaparecidos que convirtieron estos grabados en un símbolo de resistencia.