Hugo Longa (Uruguay 1934-1990) incursiona desde los años ’60 en su propia versión del Pop y el Surrealismo, trabajando en el collage y assemblages, así como la pintura, en la que explora mundos imaginarios y lo mágico. Con un gran sentido del humor, explora en los ’80 en la pintura neo expresionista, con una iconografía fuerte y un cromatismo excepcional. Fundó su propio taller con una trayectoria docente importantísima, formando una parte importante de los artistas referentes del siglo XXI. Su obra participó de la Bienal de San Pablo 1979 y se le otorgó el Premio Fraternidad de la B`nai Birith de Uruguay 1987 entre otros galardones.